Un aroma clásico y elegante a la vez, el suave aroma del incienso blanco ha sido considerado desde las culturas milenarias como “la puerta del cambio hacia lo sagrado”. La madera de vetiver se sitúa en el centro de ésta fragancia entre notas de bayas de geranio, combinado con las resinas sagradas del incienso blanco especialmente recomendadas para prácticas de yoga o meditación, ya que promueven los estados de confianza y claridad mental.